Antes de nada, recordarte que yo sí tengo que verte, por lo que necesito que enfoques la cámara de tu dispositivo hacia tu espacio de trabajo, y así asegurarme de que sigues bien la práctica.
Preparación del espacio: necesitas una habitación calentita (al relajarte, baja la temperatura corporal), apoyarte sobre una superficie firme y aislante (preferentemente antideslizante, como una esterilla de yoga; una alfombra cómoda puede valer, o una manta incluso si necesitas un poco más de ‘amortiguación’ para tu columna) y suficiente amplitud para que puedas mover brazos y piernas en cualquier dirección (prueba a moverte como si hicieras una mariposa en la nieve).
Materiales: En ECM utilizamos también materiales específicos y artesanales para determinadas posiciones. Te aportamos soluciones caseras como alternativa. Ten siempre a mano algún bloque (libros forrados pueden servir), toallas y/o cojines varios, una manta por si te entra frío. Iré poniéndote alternativas a materiales como el rodillo o la pelota.
Algunos conceptos básicos: necesitas haber integrado ya algunas ideas como la anteversión/retroversión de pelvis, el eje del brazo/pierna, «colocar» la respiración, etc.
¿Embarazada? Puedes realizar las sesiones (cuidado con las pocas posiciones boca abajo), eso sí con la precaución de moverte más –no permanezcas mucho rato quieta, si no estás cómoda– y estar especialmente atenta, a la escucha para hacer tus pausas, respirar, etc.
Y recuerda siempre: no fuerces, no sobrepases nunca tus límites (sensación de pinchazo, quemazón, desgarro). A veces el estiramiento puede ser incómodo (sentir la tensión, notar entumecimiento, cosquilleos, respiración que se altera, etc.) pero no se trata de «soportar», cuídate.